El momento adecuado y las necesidades pueden variar en cada persona. Es recomendable dar el primer paso a una consulta cuando estamos atravesando emociones que nos resultan incomprensibles o difíciles de manejar. Cuando hay pensamientos o situaciones que afectan nuestro bienestar diario, relaciones, trabajo, estudios; o simplemente si necesitas un espacio donde poder hablar sin temor a sentirte juzgadx.
Malestares relacionados al área sexual o reproductiva
Autocuidado y prevención de situaciones estresantes
Ansiedad y ataques de pánico
Estrés y agotamiento psíquico
Estrés por vivencias traumáticas
Miedos e inhibición
Tristeza o angustia persistente
Duelos (pérdida de familiares, pareja, vínculos)
Necesidad de control constante y frustración
Malestar por sensación de inseguridad y autocrítica excesiva
Dificultades en la crianza, maternidad o paternidad
Migración: necesidad de expresar emociones, estrés, duelo, adaptación.
Cambios en el rendimiento deportivo por motivos psicoemocionales